Las secuelas que dejó el tricampeonato obtenido por la Selección Argentina no dejan de multiplicarse. Ni de sorprender. Ahora, un simpatizante de la selección francesa creó -en el sitio Mes Opinions, algo así como un Change.org galo- un reclamo ante la FIFA. ¿El objetivo? Que la final de la Copa del Mundo se vuelva a disputar. ¿La razón? argumentan que el arbitraje estaba "completamente comprado" a favor de Argentina. La solicitud está en camino de convertirse en una de las más firmadas del sitio. Aún así, aclaremos, ya fue superada por la respuesta argentina que -con la consigna Que Francia deje de llorar, o France Stop Crying (https://www.change.org/p/france-stop-crying?)- ya logró reunir en Change.org más de tres veces la cantidad de firmas a favor de Francia.

Pero, dejando el folklore futbolístico de lado, lo cierto es que la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) aún no se ha pronunciado ante esto... y probablemente nunca lo haga. Los antecedentes de partidos repetidos por malos arbitrajes son escasos, y en un Mundial, directamente inexistentes. De aceptarse esta petición, no solo la legitimidad del torneo estaría en juego: la mitología -y la infraestructura- detrás de la Copa del Mundo vuelve completamente impensable reprogramar una final. Veamos por qué.

Del dicho al hecho hay mucho trecho

La recolección de firmas es una actividad que suele tener repercusión en otros ámbitos, ajenos al deporte. Se emplea para, por ejemplo, pedir apoyo médico o la sanción de leyes para los más desprotegidos. El sitio Mes Opinions (Mis opiniones), donde surgió el reclamo de los hinchas franceses, no ha tenido hasta la fecha una gran performance a la hora de cumplir con los objetivos planteados. Dicho de otra manera, las firmas no suelen traducirse en hechos concretos.

Plataformas como Change.org, por el contrario cuentan con un informe en donde se detallan los logros alcanzados por la participación colectiva. Entre los sucesos más importantes en Argentina, se mencionan la Ley de Trasplantados, la Ley de Diabetes y la de Protección de Víctimas. La página ha dejado de subir reportes de sus "victorias" en 2018, aunque no sabemos si es porque en los últimos años dejaron de tener logros importantes o simplemente porque se "olvidaron" de subir el archivo PDF.

Desde luego que el impacto real de estas páginas de peticiones se desconoce, ya que en general estas iniciativas necesitan de una institución, donaciones, un proyecto de ley o una denuncia formal para poder avanzar. Entonces, la firma de peticiones es sólo otra forma del ciberactivismo, al igual que subir una historia a Instagram o poner un hashtag en nuestra biografía de Twitter.

Petición en el sitio "Mes Opinions" para que se repita el partido entre Argentina y Francia por la Final de la Copa del Mundo 2022.

Mientras tanto, la petición a favor de Repetir el partido Francia-Argentina sigue sumando firmas, ya que muchos están convencidos, o quieren estarlo, de que el partido fue un robo. "¡Queremos volver a jugar este partido porque el árbitro era de los argentinos y solo pitó faltas de Francia!" comentaba un simpatizante en el sitio. "¡Hay que volver a jugarlo! ¡El árbitro fue pagado! ¡Todas las faltas de los argentinos casi nunca cuentan!" , sostiene otro usuario sobre un partido donde se cobraron 19 faltas a los franceses... y 26 a los de la celeste y blanca.

La respuesta argentina al posteo francés titulado "Francia, deja de llorar", con el apoyo de centenares de miles de personas. Y creciendo.

Definitivamente, la rivalidad deportiva llegó hasta las páginas de crowdfunding y, ante la solicitud francesa, los argentinos también crearon su propio reclamo en Change.org para que "Francia deje de llorar". Argentina no solo ganó el Campeonato Mundial de fútbol, sino también "en el mundial de firmas", afirmó una defensora de la publicación. La petición argentina duplicó en votos al posteo original en poco tiempo. Ya lo triplicó, asi que -según parece- con una hinchada como esta Argentina no tiene de qué preocuparse.

"El referí siempre tiene la razón"

Por otra parte, si revisamos la historia del fútbol internacional, queda claro que son realmente pocos los casos donde se han vuelto a jugar partidos por fallas arbitrales. De hecho, debe tratarse de errores francamente arrafales para que esto suceda, y aún así es raro que se apruebe el replay del encuentro.

Recordemos, por ejemplo, cuando se disputó la final de la Copa Argentina entre Boca y Rosario Central, en noviembre de 2015. El árbitro había cobrado penal a favor de Boca por una falta que fue ¡un metro! fuera del área. De todas formas, el encuentro lo ganó el xeneize, y si bien se suspendió al referí por más de dos años, el resultado permaneció tal y como estaba. La amargura detrás de ese campeonato ilícito se tiene presente hasta la fecha.

Lo que sí es verdad es que la historia está plagada de hechos insólitos que se dieron en un estadio de 11 contra 11. Pero no así de partidos repetidos. Hubo sí balones que no entraron, jugadores inhabilitados para jugar, hasta pelotas pinchadas que explotaron antes de cruzar la red, y ésas fueron algunas de las razones que habilitaron que se volviera a realizar un encuentro. Pero, y de nuevo, los casos en los que esto ocurrió se pueden contar con las manos.

También se han dado situaciones aún más inusuales que podrían haber ameritado un reencuentro... y no lo hicieron. El más curioso de todos, y quizás el más recordado, fue protagonizado ¡por una pelota de playa!

El gol anotado por Sunderland en 2009, gracias al rebote con una pelota inflable que un niño arrojó al campo.

Fue nada más y nada menos que durante el duelo de liga entre Sunderland y Liverpool en 2009. El enfrentamiento de los dos equipos de la Premier League recién había comenzado, y entre los festejos habituales, a un niño se le ocurrió revolear una pelota inflable roja, con el escudo del Liverpool, al campo de juego. La bola cayó en el área de los "Reds" en medio de un ataque rival.

Un disparo al arco del Sunderland a los 5 minutos de juego rebotó en la pelota de playa y concedió un gol para el local. Las reglas dicen que el tanto debió ser anulado pero las casualidades del destino, junto con el fallo arbitral, provocaron que esa bola inflable fuera la responsable de la victoria del Sunderland. El niño y la pelota roja quedaron marcados en la historia de la liga inglesa.

Se mira y no se toca

La audacia de siquiera pensar la posibilidad de volver a jugar una final mundialista es inimaginable. Mucho más si no hay un arbitraje estrepitosamente malo, dado que los supuestos "errores" del juez están abiertos a interpretación.

Suponiendo el caso de que una final esté tan mal dirigida como para que se repita el encuentro, eso debería desembocar en una resolución instantánea de la FIFA. La razón no tiene tanto que ver con la lógica como con la mística: solo los campeones del mundo pueden tocar el trofeo real.

Ex jugadores argentinos campeones del mundo sosteniendo el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA (Fuente: EFE)

Recapitulemos, entonces: cuando se hace la ceremonia de premiación, los 26 jugadores convocados levantan la Copa, hecha íntegramente de oro. Posteriormente, se le da a la federación una réplica, que está bañada en oro y es la que pueden llevar de regreso a casa. Este premio, como se ha visto en la emisión televisiva, lo han sostenido familiares, amigos y periodistas. Sin embargo, la original no se toca.

Por lo tanto, la decisión de repetir un partido final, teniendo en cuenta que Messi y sus colegas ya levantaron el trofeo dorado, no tiene sustento alguno. La FIFA ya observó y aprobó la coronación argentina ese mismo día, por lo que la revisión posterior no llevará a ningún lado. ¿Entonces? Franceses, a llorar a la llorería. Argentinos, quédense tranquilos que la Copa está en casa y que ninguna reunión de firmas (por larga que sea) podrá arrebatárnosla.