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"No soy tu abuela", una convocatoria para escritoras +50 que visibilizará la violencia de género

La editorial Bocas Pintadas convoca a mujeres de más de 50 años con el objetivo de poner fin a la palabra silenciada, y reivindicar su lugar en el ámbito literario y editorial. Publicarán la antología "No soy tu abuela", donde se abordarán la violencia de género. El Editor entrevistó a Laura Santos -cofundadora-, para conocer más sobre el concurso y su trabajo editorial.

30 de enero de 2023

El edadismo es la discriminación por edad. Datos brindados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dan cuenta que es la tercera forma de discriminación más común en el mundo. La anteceden el racismo y el sexismo. El edadismo, además, es más sufrido por mujeres.

El ámbito literario no escapa a estas problemáticas, y las fundadoras de la editorial feminista Bocas Pintadas, Laura Santos (periodista y escritora) y Sonia Almada (psicóloga y socio analista), lo tomaron para lanzar un concurso donde la voz de aquellas que aún tienen mucho por decir tenga su espacio. "No soy tu abuela" invita a escritoras de más de 50 años de edad, para que a través de sus cuentos muestren lo que sucede con la violencia de género.

El Editor entrevistó a Laura Santos para conocer esta propuesta, para adentrarse en la labor de estas mujeres que buscan abrir puertas para todas aquellas que lo deseen.

El Editor: ¿Por qué decidieron hacer este concurso para escritoras +50?

Laura Santos: Llevábamos como un año queriéndolo hacer, pero por presupuesto no hemos podido. Evaluamos qué queríamos publicar y decidimos que viera la luz. Elegimos este rango de edad porque notamos que conforme nos vamos haciendo más grandes las oportunidades se achican. Hay muchos más concursos para descubrir nuevas plumas, para jóvenes escritoras o escritores, que para personas del rango de edad de +50 años.

EE: ¿Y por qué sobre violencia de género?

LS: Es un tema en el que como editorial queremos incidir. Es un tema que nunca debería salir de la agenda, por eso lo hicimos y estamos muy contentas con el resultado. Ya hemos recibido bastantes cuentos, y es interesante ver que están reflejando la realidad de las estadísticas. Según éstas, la mayoría de las llamadas al 144 son referentes a violencia doméstica. Dentro de esa violencia las que más se reportan son la violencia física, la psicológica y sexual. Y los cuentos que hemos estado recibiendo abordan realmente estos tres tipos de violencias. Entonces nos parece súper interesante que la ficción acompañe a las estadísticas.

EE: ¿Cómo crees que ayuda la literatura en estos temas tan importantes como la violencia de género que por mucho tiempo no tuvieron visibilidad o hasta era "naturalizado", o incluso socialmente "se miraba para otro lado"?

LS: Nos parece muy valioso, le estamos poniendo voz a las estadísticas, al número. Las mujeres en general son violentadas en sus casas por hombres que dicen amarlas, y eso es lo que se está reflejando en los cuentos que están llegando, y nos parece que eso puede ayudar a desnaturalizar, a darle magnitud al problema.

La ficción nos permite entender la realidad desde otro punto. Nos permite decir, claro no está bien que nos violen, que nos peguen, que nos digan tontas.

EE: ¿Por qué el nombre de la antología? ¿Qué buscan transmitir?

LS: Queríamos sumarnos al debate de dejar de decirle abuela a las mujeres mayores, a las viejas. Queremos sumarnos a este reclamo de despegar a las mujeres de su rol de madre. Decirles a las mujeres mayores "abuela", es asumir que son madres y que ahora tienen nietos, y que ese es su rol más importante.

Creemos que hay que entender y visibilizar a las mujeres en su complejidad y la maternidad es un rol dentro de un montón de roles y nosotras lo que estamos convocando son a las escritoras.

EE: ¿Cuál es el objetivo de la Editorial?

LS: Queremos abrir espacios donde consideramos que están cerrados o que las puertas son muy angostas. Las desigualdades entre los géneros existen también en la industria editorial. Históricamente se ha publicado a más hombres que a mujeres, y no porque ellos escribieran mejor, sino porque tienen más permiso social o se cree que son más rentable. Muchas veces no estamos en agenda, no tenemos el aparato publicitario detrás y el aval.

Sabemos que una mujer escribe desde su desigualdad. Nosotras para escribir tenemos que dejar la comida hecha, la casa limpia, los niños atendidos, trabajar para aportar económicamente y después de todo eso si tenemos media hora libre la usamos para escribir. Sin embargo, por ahí un hombre si puede decir me voy a sentar a que la musa me inspire, y va a haber una mujer detrás cumpliendo esos roles que nosotras tenemos que cumplir.

Sabemos que las mujeres tienen que sacar tiempo de donde no lo hay para escribir, pero al menos queremos que haya un espacio, una editorial que este abierta para que ellas publiquen.

EE: ¿Cómo es la actualidad del mercado laboral?

LS: Creo que es un muy buen momento para las mujeres que escriben. Hay una visibilidad muy importante. El último Premio Nobel de literatura fue ganado por una mujer, teniendo en cuenta que de 119 ediciones sólo 17 fueron ganados por mujeres. Las autoras están logrando tener reconocimiento en estos certámenes internacionales.

Pero no queremos que sea una moda, por decirlo de alguna manera, queremos que sea una tendencia sustentable. Por eso estamos muy comprometidas en impulsar y fortalecer "esta buena racha" en cuanto a la visibilidad de las autoras, en aprovechar esa atención que tenemos para abrir espacios, justo ahí donde que tratar de incidir y meternos como la humedad para ensanchar la puerta.

EE: ¿Qué esperan para 2023?

LS: Somos una editorial pequeña que nacimos en 2020, la industria editorial en general está pasando una crisis del papel. Sólo hay dos distribuidoras en Argentina, y el precio está dolarizado, así que hace que las editoriales chicas, independientes, nademos contra la corriente. Y lo que nosotras esperamos para este 2023 es seguir nadando conta corriente, seguir luchando por esos espacios que ya hemos ganado.

Ya tenemos publicados 5 libros, todos abordan de alguna manera los feminismos, todos plantean otra forma de ser mujer, plantean desigualdades, violencias. Lo que queremos es eso, seguir pensando otro modelo de negocio.



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