Entrevistas
La ministra de Ambiente bonaerense nació en el 84, en Lomas de Zamora, y es la primera universitaria de su familia. Hija de la democracia, pero con cicatrices de la dictadura y de todo el camino que recorrió su familia para llegar a formar parte de la clase trabajadora. Su abuelo, un cabecita negra que trabajaba a los 8 años en La Forestal. Su mamá, trabajadora de Entel que resistió en los 90
Por: Gisela Busaniche
6 de mayo de 2023
Está en su
despacho, donde tiene un escritorio, aunque usa más la mesa de trabajo. Está
junto a su equipo y su hija primeriza Sofia, de apenas 4 meses. La oficina se
viste con las banderas de la nación y la provincia y con los cuadros de Perón,
Evita, Néstor y Cristina. Es un piso 14 del centro de La Plata con vistas a la catedral inconclusa de Pedro Benoit que, desde hace poco más de un año, es la
sede del nuevo Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires.
-Y no es "de medio ambiente", aclara la ministra Vilar sonriendo. No es medio porque es parte
del todo. Si decimos medio, sesgamos. Lo miramos sólo atendiendo lo que es la
preservación, el conservacionismo y el cuidado de determinadas especies, que
está muy bien, pero lo que nosotros planteamos es otro paradigma, es un
ambientalismo que atraviesa lo social, económico y cultural. Es un
ambientalismo profundamente soberano... Es un ambientalismo popular.
Deja de sostener
a Sofia por un rato, hasta la hora de darle el pecho. La oficina también tiene
una cuna y tíos y tías, parte del equipo, dispuestos a atender a la pequeña. La
ministra, en su doble rol de política y madre, se sienta en mesa y comienza
apasionadamente a describir lo que es el ambientalismo popular.
- La crisis climática está en toda discusión global. Está en la agenda de los grandes líderes mundiales, de las grandes potencias. En ese contexto, lo que nosotros planteamos y le discutimos a esa agenda desde nuestra perspectiva popular y soberana, es que el primer problema fundamental del ambientalismo es la desigualdad y la pobreza.
Foto: Silvana Colombo
- Pero quizás
un ambientalista te diría que no, que eso es político, es social.
- Es que no lo
podés escindir, es socioambiental. La crisis climática a quienes afecta
principalmente es a quienes viven en mayor situación de vulnerabilidad. Tenés a
los pibes con plomo en sangre, alergias, enfermedades respiratorias, que viven
en situación de marginalidad, en contacto con los metales pesados porque sus
padres juntan residuos en condiciones de no organización. Eso es de las
primeras cosas que estamos abordado desde el ministerio.
-Los basurales
a cielo abierto en la provincia...
-Es hoy un gran
problema socioambiental porque de los 135 distritos, nos encontramos con 81
basurales a cielo abierto. Ahora estamos haciendo el censo de esas personas
para darles trabajo formal a partir del programa "Mi Provincia Recicla". La
erradicación del basural del Pehuajó fue el primero, el segundo en 25 de Mayo,
y estamos trabajando en sanear 10 más este año.
- ¿Cómo va la
construcción de la planta de tratamiento y saneamiento en Luján?
-Estamos trabajando
con Ambiente de Nación y con el municipio. Pero esta frenada la obra, que tiene
financiamiento del BID ¿Sabés quién la frenó? La familia Terrabusi. Una sola
familia frenó el avancé de un proyecto para erradicar y sanear el basural más
grande de la Argentina, que tiene 200 personas trabajando, y que le generó
enfermedades a los barrios aledaños, y esto está documentado porque para este
proceso se hicieron audiencias públicas. Nos pidieron a nosotros un estudio, se
los entregamos, dijimos esto está bien y ahora lo volvieron a frenar. Está
judicializado... qué podemos esperar del poder judicial, ¿no? Frenado todo un
proyecto por una familia.
Made in Lomas
Vilar no sabe de
privilegios, nunca lo vivió. "Soy del fondo de Lomas (de Zamora), del barrio
Villa Independencia, al lado de Santa Marta. Así le decían cuando era chica,
después, con la gestión Martín Insaurralde dejó de ser el fondo, dejó de estar
olvidado. Hoy, mi mamá y mis abuelos maternos siguen viviendo ahí y es un
barrio con luz, alumbrado, asfalto, un barrio popular del conurbano".
Conocer la
historia de la titular de Ambiente bonaerense es entender el recorrido de miles de familias
trabajadoras y su devenir a partir de los momentos históricos y las políticas
aplicadas. "Vengo de un matriarcado. Mi mamá empleada de Entel, que queda
cesante durante el proceso de privatización de los '90 y que, gracias a su
gremio, a Foetra, y a la resistencia, vuelve a ser reincorporada teniendo en
cuenta que tenía dos hijos a cargo, mi hermano y yo".
El proceso de
privatización de los 90 marcó muy profundamente a Vilar. Tenía 10 años cuando
veía por televisión la entrega de YPF y le preguntaba a su mamá porque estaban
haciendo eso. En el mismo lote vivían sus abuelos maternos. Su abuelo, después
de años de pelearla y gracias al peronismo, consiguió trabajo, casa y una
verdulería. "Era el verdulero del barrio -cuenta orgullosa-. Se despertaba bien
temprano para ir al mercado central a comprar la mercadería, primero en un
carro a caballo, después en una camioneta. En la verdulería se escuchaba tango
y había un cuadro de Perón y de Gardel. Hoy a su bisnieta le canta tangos".
La historia de su
abuelo es la de muchos "cabecitas negras", como decía Evita. A los 8 años fue boyero de La Forestal en Villa Guillermina, en el norte santafesino. Era donde
tenía la base la empresa británica que extraía el tanino del quebracho. Él era
uno de los que arriaban los bueyes en el monte. Estudió sólo hasta tercer grado.
Eran los años 30, tiempos de pre peronismo, donde no había derechos laborales y
había que llevar un plato de comida a la mesa como sea, al menos una vez al
día.
Después de que
desmontaron la zona, la empresa extranjera se fue del país a desguazar otros
bosques nativos, esta vez a África. El pueblo quedó a la deriva, fantasma. Su
abuelo tomó la decisión de viajar a Buenos Aires como miles de pobres que
migraron en busca de trabajo digno. Ya instalado en el conurbano, trabajó en la
quema del basural más grande de Lomas. Con los años y acompañando el inicio de las
políticas sociales del justicialismo, encontró trabajo como metalúrgico. Empezó
a ser parte de la clase obrera. Tenía un salario, aguinaldo y vacaciones. "Y conoce
a mi abuela que venía del Chaco con la misma historia. Ella empieza a trabajar
en la fábrica Alpargatas de Barracas".
Los Vilar tienen dos hijos que pudieron terminar el secundario. "Mi vieja es testigo de esa movilidad ascendente y yo también". Lo cuenta mientras pasa el mate, después el café, un poco de agua, y el sol va cayendo con la luz del atardecer que entra en el despacho. De repente se abre la puerta y la traen a Sofia que hace sentir su reclamo. La ministra pide disculpas, todavía una mujer pide perdón previo a prepararse para dar el pecho, quizás por la presencia de extrañas.
Foto: Silvana Colombo
Un ministerio bajo el brazo
-¿Cómo es
maternar teniendo también tantas responsabilidades como ministra?
-Uff... ella viene
conmigo cuando vengo a la oficina. Estoy feliz pero agotada. Y es importante
también decir, sin dudas, que las tareas de cuidado recaen sobre las mujeres
que maternamos. Desde lo más básico: la lactancia, que no es lo romántico que
ves por todos lados, para nada, que requiere un montón de entrega de tu parte,
hasta las tareas en si misma, el cambio del pañal, despertarte a la noche,
bueno... Aunque haya una tendencia a paternar ahora, en mi caso compartimos
tareas con Fede, siempre somos las mujeres las que nos llevamos la parte más
intensa de esa crianza.
Daniela está en
pareja con el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, hombre de
Lomas de Zamora también, Federico Otermin. Cuenta que la militancia le dio
todo, incluso su familia, Sofia y Fede, y señala el cuadro de una foto de un
primer plano de Máximo Kirchner y ella en un acto.
"Me acuerdo de
que el 8 de abril de 2022 presentamos el plan de gestión del Ministerio y el 2
de mayo me enteré que estaba embarazada. Así que todo el primer año del
ministerio coincide con mis 9 meses de embarazo. Y Federico me carga ahora
porque Sofia es re charlatana, tiene 4 meses y habla y habla... Y sí, claro, es
que escuchó a la madre lorear de ambiente en la panza, lo único que hacíamos
era hablar y contar lo que habíamos venido a hacer y lo que estábamos
haciendo".
- ¿Cuánto tuvo que ver usted con la creación de un nuevo ministerio?
- Máximo tuvo
mucho que ver. Fue Máximo. Porque durante los 2 años que trabajamos en la
Cámara de Diputados, que tuve el privilegio de que fuera mi presidente de
Bloque, llevamos adelante la concreción, en plena pandemia, de leyes
ambientales muy importantes. Fue inédito. No hay registro de que se hayan
aprobado tantas leyes que tengan que ver con la perspectiva ambiental en tan
poco tiempo: La Ley de Educación Ambiental, la ley Yolanda, la aprobación de la
ley del Acuerdo de Escazú, la ley de Manejo del Fuego, la ley de Etiquetado
Frontal. Y lamentablemente dejamos dos en gatera, que dimos la discusión en las
comisiones pero que no pudimos llevarlas a recinto porque Cambiemos se opuso:
el proyecto de ley de humedales y el de envases con inclusión social.
- ¿Cuál era la expectativa del gobernador con la nueva cartera?
- Si hay alguien que estudia los temas es Axel. Vio todo lo que le presentamos y concordamos sobre el corazón productivo de la provincia y acordamos en que no creemos que exista una dicotomía entre producción y ambiente. Sabemos que hay actividades que tienen impacto ambiental. Que hay que trabajar para que sea lo menos posible ¿y sabes en qué quedamos? En que sea siempre con la gente adentro.
Fotos: Silvana Colombo
De tal palo
Vilar enumera el
trabajo realizado, los desafíos que faltan, la coordinación con las
intendencias, el rol en el presente y en el futuro. Si uno mira en perspectiva,
la revancha de ese niño de 8 años que trabajaba de sol a sol para ayudar a su
familia y que después trabajó en basurales, es que su nieta Daniela hoy trabaje
todos los días para regularizar a los cartoneros y sanear esos núcleos de
contaminación.
Es la historia de
él, de su descendencia, de las oportunidades, y también es la historia de esa niña
que fue becada en una escuela parroquial, que a los 13 empezó a militar en el
barrio con los curas y que a los 18, cuando tuvo su fiesta de egresados en
diciembre de 2001, vio como estallaba el país y morían argentinos en las
calles. Esa joven que nunca dejó de militar, que empezó a estudiar Ciencias
Políticas porque su madre le había dicho de chica que "ni abogada ni policía"
(y todavía tiene pendiente ser doctora en leyes). Esa Dany que viajaba
todos los días, horas y horas, en tren y colectivo para ir a la Ciudad a
estudiar porque todavía no estaban las universidades en el conurbano, que tenía
que trabajar si o si y trabajaba en la informalidad en una gran marca de ropa que sólo la regularizó cuando llegó el kirchnerismo. Esa joven que vio en directo cómo
cambiaba la vida de sus alumnos de la villa 31, a los que le daba clases de
apoyo. Cómo se compraban zapatillas, tenían computadoras y sus madres se
insertaban en el trabajo. Vio cómo cambiaba su vida y la de las personas a su
alrededor.
Lado B
"Es más -recuerda-, te voy a contar de mi otra vida, como jugadora profesional de Handball. Yo llegué a jugar en el seleccionado de BeachHandball y viajé al mundial de Brasil en 2014. Pero era muy difícil todo. Tenías que pagarte el viaje, llevarte comida, dormíamos las siestas sobre la losa radiante, en el piso, para esperar los turnos de entrenamiento... pero con Néstor y Cristina todo empezó a cambiar. Había muchos becados, te daban dieta para comer bien, arreglaron los dormís y por fin podíamos descansar, y el campus del Enard modificó toda su infraestructura. Fue increíble y fue con el 1 % del impuesto a las telefónicas, que Macri lo sacó después".
Foto: Silvana Colombo
-Cristina es el
faro que todo lo ilumina. Es para los que somos del Fondo de Lomas, por
ejemplo, nuestra condición de posibilidad de ser. Ella dio dignidad, trabajo.
Ella pensó en más conocimiento, más educación, pensó en satélites, en energía,
en conectividad (...) todavía nuestro país, la historia, no le dio a Cristina el
reconocimiento trascendente que se merece por todo lo que hizo por todos
nosotros. Sí el pueblo, porque el pueblo eso lo sabe y lo valora. Cuando voy a
Fiorito, a los barrios, en todos los lugares, hablamos de Cristina... es lo que a
los sectores populares les dio la posibilidad de ser algo. Yo le digo la
dignidad, pero incluso para los que no creen que nos merezcamos la dignidad,
les digo nos dio el Ser, la Identidad.
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