Sociedad
Víctor Stinfale un abogado que se convirtió en un estratega que lideró la transformación de Deportivo Riestra, un equipo de Villa Soldati que se enfrentará con los grandes del fútbol argentino. Sus inicios en el ámbito penal y su habilidad en los negocios; su amistad con Maradona y su sueño cumplido de triunfar en el fútbol de elite
Por: Agustín Colianni
16 de diciembre de 2023
Cuando en 2011 Víctor Stinfale aterrizó en Deportivo
Riestra, el equipo de Villa Soldati militaba en la ahora extinta Primera D. En
cuestión de 10 años y monedas, el "Blanquinegro" concretó una escalada casi
inédita y abrochó su pasaje directo y triunfal a la Primera División del Fútbol
Argentino. ¿Cómo lo hizo?
Stinfale se dedicó a la abogacía porque nunca logró su sueño
primario: ser futbolista. Lo intentó, hasta que en un
momento tuvo que buscar alternativas. Según sus propias palabras, vio fácil el
camino de las leyes porque "solamente había que leer".
En sus inicios como penalista, recorrió las mil y una cárceles
en busca de clientes. Fue haciéndose lugar y ganó aceptación y respeto bajo el
mote de "saca presos". Hizo un laburo de hormiga: hasta visitaba a los reclusos
los 24 de diciembre por la noche para acompañarlos. El reconocimiento no tardó
en llegar: más temprano que tarde pegó el salto en el escalafón carcelario y
pasó de representar ladrones de poca monta a hacer lo propio con personajes de
las grandes ligas.
Stinfale conquistó terreno en la agenda mediática cuando
representó a pesos pesados de diferentes ámbitos. En el plano de la pelota, trabajó
para tipos de la talla de José Barrita, alias "El Abuelo", histórico mandamás
de La 12, y William Schlenker, cacique de Los Borrachos del Tablón, la barra
brava de River que durante décadas se convirtió en la pesadilla de la Policía
Federal.
Pero Barrita y Schlenker eran nenes de pecho al lado de
otras figuras de enorme calibre que asomaron bajo el manto de Stinfale:
Carlos Telleldín, imputado en la causa AMIA por presunto entregador del coche
bomba; Luis El Gordo Valor, ladrón de bancos y camiones blindados, y Monzer
al-Kassar, traficante de armas sirio, fueron representados por él. Incluso, el
letrado articuló con allegados a Pablo Escobar Gaviria por la causa que
investigaba a la viuda del narco colombiano.
Famosos del ámbito local también levantaron el tubo para contar
con sus servicios. Luciano Garbellano, Aníbal Pachano, Mónica Farro, Moria
Casán y Ricardo Fort son casos emblemáticos. Pero el que rompió todos los
moldes fue Diego Armando Maradona.
La mano de Dios
Con su llegada al club en 2013, Diego fue un combustible
esencial para que Riestra se abriera paso al estrellato. A esa altura, ya había
entablado una gran amistad con Stinfale. Con apoyos constantes al plantel y
apariciones públicas y frecuentes, el Diez irrumpió con luz propia en
entrenamientos y partidos, siguió bien de cerca las campañas del equipo y hasta
dio cátedra de cómo patear tiros libres.
"Diego se sentía en deuda con Víctor por todo lo que él lo
había ayudado", cuenta a El Editor Diego Figueroa, gerente deportivo del club
de Villa Soldati. Quienes vivieron bien de cerca el periplo de Maradona en
Riestra dicen lo mismo.
A Figueroa lo llaman "el doble agente", porque formó parte
del epopéyico proceso de cinco ascensos encadenados (y un descenso en el medio)
como jugador, mientras que a la par se desempeñaba como mano derecha de
Stinfale en la toma de decisiones. Juntos accionaron para llevar a Riestra
hasta la elite del fútbol local, algo impensado para propios y extraños. "No
nos metemos en nada más que no sea el fútbol profesional", asegura el ahora
exfutbolista que colgó los botines en 2022.
Energizantes, PC Fútbol y ¿SAD?
En el vestuario de Riestra hay montañas de latas vacías de una famosa bebida energizante, el producto estrella de los que distribuye Energy
Company, la empresa detrás del éxito deportivo del club. A través de ella, quienes
se sientan a la mesa chica de Stinfale hacen y deshacen a deseo en torno a las
políticas y decisiones del equipo de Primera.
Lo que el abogado penalista no consiguió con sus frustrados
intentos de futbolista y entrenador, sí lo logró con Energy Company y su
intromisión en Riestra. "Es como en el PC Fútbol, donde uno empieza con un club
ínfimo y termina ganando la Libertadores, manejando el equipo, desde los
nombres que juegan hasta la táctica", le dicen a El Editor periodistas del
ascenso.
El fútbol de Riestra, lejos de resultar vistoso, se aferra
al sacrifico y el juego brusco. Una línea específica baja desde el comando que
lidera Stinfale: dejar todo en cada jugada e ir al límite. Acaso por eso, y por
algunos arbitrajes dudosos y sospechados, desde distintos sectores del
periodismo y del fútbol le sacuden de lo lindo al equipo que tiene su cancha en
el Bajo Flores, pegada a la de San Lorenzo.
Sin ir más lejos, tras el partido que depositó a Riestra en
la Primera División, Javier Castrilli, histórico referí, envió un mensaje
contundente en Twitter: "Así se utiliza el arbitraje argentino como forma de
construir y mantener poder... asco genera lo que ocurre en la AFA con la
complicidad de muchos.". Pero Figueroa minimiza el asunto:
"Es lo mismo que pasa en todas las categorías. Sabemos que nuestro equipo es
muy agresivo, pero no nos han regalado nada", replica.
Mientras, Stinfale lee, mira y escucha, pero gambetea los
flashes. Se muestra poco y cuando quiere; mejor dicho, si le conviene. Como en
2017, cuando salió a despotricar contra el fiscal Federico Delgado, quien lo
había enviado 70 días a prisión por considerarlo organizador de la fiesta
electrónica Time Warp, en la que murieron cinco jóvenes por ingesta de drogas.
Stinfale siempre está firme en la tribuna de Riestra e
ignora las diatribas que escriben los diarios. "No tenemos injerencia en
dirigentes ni en otras actividades, solamente colaboramos con el fútbol
profesional", asegura Figueroa, y dice que "opinólogos hay en todos lados y es
respetable, pero no nos fijamos en lo que dicen".
Lo que dicen es que Riestra se convirtió en una Sociedad
Anónima Deportiva (SAD) encubierta. "Si vos tenés un club que lo maneja una
empresa como Speed, que no llega a los dos mil socios y que ascendió de
categoría año a año, las cuentas son claras", repiten a este medio los periodistas.
Y las cuentas sí son claras: en Riestra jugadores y empleados cobran al día y
no hay deudas. "Nunca se retrasan los pagos y no hacemos locuras, es decir, no
gastamos más de lo que se puede", replica Figueroa.
Al margen de la pelota, Riestra funciona como cualquier club
social de puertas abiertas y tiene ligazón con el macrismo. Su presidente,
Fabio Pirolo, fue funcionario del Gobierno porteño de Mauricio Macri y responde
a Daniel Angelici. Durante un tiempo se desempeñó en Boca, en el área de Fútbol
Amateur, cuando el Tano estuvo al frente del Xeneize. A la vez, Pirolo llevaba
las riendas de la Dirección General de Infracciones en la Subsecretaría de
Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí accionó bajo el ala de
Javier Buján, juez contravencional que en mayo de 2015 fue baleado en la pierna
en la puerta de su casa. Algunas versiones indicaron que pudo haberse tratado
de un ajuste vinculado a La 12 por un supuesto tema de baja de contratos en el
área de multas.
Riestra está listo para jugar en el fútbol grande. Uno de
los objetivos ahora pasa por readecuar su estadio, en el que solamente entran
cuatro mil personas, y amoldarse a las exigencias de la AFA y la Liga
Profesional. Quieren ser locales en el Bajo Flores, en el mismo predio al que un
día llegó Víctor Stinfale para cambiarlo todo.
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Los restos del Sumo Pontífice fueron trasladados a la basílica de San Pedro, donde permanecerán durante tres días hasta su funeral este sábado.