"Sin ser despectivos habría que preguntarse si Néstor Grindetti o Carolina Píparo tienen un solo proyecto o algo para mostrar que le mejore la vida a los bonaerenses: unos vienen a quitarte derechos y los otros no se sabe a qué vienen". Lo expresado días atrás por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, explica parte de lo que será la estrategia de campaña de cara a las elecciones generales del 22 de octubre.

Los resultados del escrutinio confirmaron la distancia del mandatario de Unión por la Patria con respecto a sus rivales. Con una particularidad. Tanto él como Néstor Grindetti, en la sumatoria con Diego Santilli, cayeron en un mínimo valor porcentual; mientras que Carolina Píparo, creció.

Y más allá que la puja de fondo parece estar con el dirigente PRO, desde el ejecutivo bonaerense dejan en claro que la pelea rumbo a octubre es con ambos por igual.

Los motivos están claros. Sucede que, a diferencia de lo que pasa a nivel nacional, la Provincia se gana por un voto, sin ballotage. Y con ese marco, lo mejor que podría pasarle a Kicillof es que se mantenga la paridad de los votantes sin que alguno de los dos reste votos en favor del otro.

Pese a que un primer momento, luego de los resultados de las PASO, algunos dirigentes de Juntos salieron a propiciar un acuerdo de partes para ir en contra del gobernador, lo cierto es que hoy Grindetti y Píparo hacen llevan adelante su propia jugada en pos de polarizar con el mandatario y dejar fuera de la competencia al otro competidor de turno. En otras palabras, ignoran al otro rival opositor.

"Quien piensa que lo que falta en salud o en infraestructura lo va a hacer Grindetti, me quedo con que acaba de perder en Lanús. La enseñanza que deja esto es que el que lo conoce no lo vota. Falta que se lo conozca un poco más", aseguró Kicillof días atrás sobre el aspirantes de Juntos.

Y, rápido de reflejos, no se guardó la oportunidad de cuestionar a la postulante de La Libertad Avanza (LLA). "La otra candidata viene a luchar contra la casta y hace décadas que es trabajadora del Estado. Luego del hecho trágico que tuvo se dedicó a ser empleada del estado, recorrió varias oficinas y partidos. Ya van varios".

Detrás de todo movimiento hay una intencionalidad. Y el gobernador la tiene: "No conocemos ni una propuesta de los candidatos a gobernador de la oposición solo el de quitar derechos".

Más allá de que su diferencia con Juntos fue de poco más de tres puntos y con los libertarios de cerca de 12, el gobernador entiende que Píparo tiene más para crecer que Grindetti por el arrastre del ganador de las PASO nacionales, Javier Milei. Y no solo desde arriba, sino también desde los distritos populosos como La Matanza, Florencio Varela o Berazategui, donde la diputada nacional sumó más votos que el economista.

A sabiendas de esto, el aspirante nacional de LLA puso en marcha un operativo que empezó en el distrito más grande de toda la provincia y se replicará en otros de cara a octubre. "Estamos para ganar en la provincia de Buenos Aires con nuestra candidata a gobernadora y vamos a redoblar los esfuerzos para que el tamaño violeta del mapa argentino aumente", manifestó.

Por su parte, Grindetti intenta posicionarse como la derecha democrática. Ni tan de un lado, ni del otro. Y pone el foco en la importancia de un plan integral con la educación como eje. "Ni privatizarla, ni ser rehenes de (Roberto) Baradel, tenemos que ir hacia una escuela pública moderna y de calidad", sostuvo en los últimos días.

Y añadió, con el fin de llevarse algo del voto liberal: "Hay 20 ministerios cuando podríamos funcionar con la mitad, por eso nosotros estamos trabajando en la descentralización hacia los municipios, necesitamos un estado más chico y eficiente".

Como parte de la estrategia para detener la avanzada de ambos aspirantes de la oposición, Kicillof tiene pensado reforzar las visitas al interior, "al menos una vez por semana", le dijeron El Editor desde el ejecutivo provincial, con el fin de "hacer foco en algo que es clave: la importancia de la gestión y de los derechos". Y agregaron que "lo que demostraron las PASO fue un acompañamiento marcado hacia lo que se hizo".

Vale mencionar que, en las primarias, el mandatario provincial solo logró imponerse en dos de las ocho secciones electorales (primera y tercera, las que componen el conurbano), con duras derrotas en la sexta, donde terminó tercero, y en la séptima. En ambas por más de 10 puntos.

Sin embargo, como es sabido, el grueso de los votos está en el Gran Buenos Aires y la bajada ahora es clara: fidelizar la boleta completa para achicar la fuerte brecha que se presentó en los distritos en los que los intendentes de Unión por la Patria superaron en algunos casos por más de 15 puntos al gobernador.