Quien recorre de manera habitual la ruta
provincial 4, mejor conocido como Camino de Cintura, a la altura de Esteban Echeverria reconocerá automáticamente como referencia "El Avión", una especie de monumento
que corona un enorme predio lindante al cruce de esa ruta con el río
Matanza-Riachuelo.
El Editor quiso conocer la historia del avión, del predio y de su dueño, Jorge Ramírez, señor de Expomáquinas, -predio
en el que la nave descansa hace más de 20 años- quien relata su propia historia.
La cantidad de objetos que tiene superan los 10.000 y a su diversidad es abrumadora. Ramírez, que hace 30 años que radica en la zona lo describe así: "Te podés encontrar de todo un poco en el lugar,
tanquetas anfibias, autos antiguos, todo tipo de parrillas, paelleras, discos,
todo lo que se te pueda ocurrir y mucho más".
Dentro de ese "mucho más" hay, por
ejemplo un piano de cola de la casa Schiedmayer & Soehne de la ciudad de
Stuttgart, Alemania; infinidad de muebles antiguos y hasta una vieja máquina tragamonedas
mecánica que supo estar en algún casino.
Pero la estrella es
el Avión, un L-188 Electra construido por la firma
estadounidense
Lockhead entre 1957 y 1961 y utilizado por la Armada Argentina
durante
el conflicto bélico de 1982 por la soberanía de las Islas Malvinas,
Sandwich y Georgias en el Atlántico Sur.
Ramírez cuenta cómo llegó a ser el dueño del avión de Camino de Cintura. "Allá por el año 1997 compraba rezagos de aerolíneas en
Ezeiza y al lado estaba la Armada Argentina. Un día lo vi, pregunté y me
contaron que había estado en Malvinas y me interesé".
Jorge llegó justo a tiempo, ya que la aeronave estaba por ser vendida a un gitano que lo quería para comercializar como chatarra, "lo iba a cortar y vender el aluminio", dice su dueño y agrega: "Yo les conté mi idea, que no lo iba a cortar y traer a este
predio para hacer un homenaje a nuestros héroes y
combatientes de Malvinas. Entonces me lo vendieron a mí por el mismo precio que
había ofrecido el otro potencial comprador".
Una vez adquirido, comenzaron los problemas logísticos para trasladar el avión: "Fue un trabajo
bastante jorobado sacarlo" recuerda Ramírez y suma: "Tuvimos la mala suerte que no encontraban la llave del candado para abrir el portón que daba a una calle que transitable para ir con semejante bicho y eso me demoró bastante".
La solución fue cambiar los candados. "Me ofrecí comprarlos y reponerlos; ahí lo resolvimos y pudimos salir", agrega Jorge quien, además cuenta que para poder montarlo en el predio donde se encuentra hasta la fecha se vieron obligados a "cortar las dos alas, la
cola y traerlo en 4 semi distintos".
Una vez ubicado en el predio de Camino de Cintura comenzaron los intentos para
poner en valor su historia, cruzada también con una investigación
sobre la posible utilización en los "vuelos de la muerte", uno de los métodos de exterminio que utilizó la última dictadura cívico militar, pero al día
de hoy no ha logrado ningún resultado positivo.
Jorge cuenta con orgullo la parte que pudo reconstruir: "Del avión hay
mucha historia, con el hicieron la búsqueda de los sobrevivientes del ARA
General Belgrano (hundido por las armada inglesa fuera del área de exclusión en
una acción que costó la vida de 323 argentinos) y encontraron algunas de las
últimas balsas. También se usó de avión ambulancia". Además, "se trasladaron los restos del infante Pedro Edgardo Giacchino primer caído en
Malvinas".
El año pasado, al cumplirse 40 años de la guerra, Jorge pudo comenzar con el
homenaje: colocó un gran cartel arriba del avión que reza: "1982 - Combatientes
y héroes de Malvinas, gracias, nunca olvidaremos - 2022". Otra inscripción frente a
la nariz de la nave reza: "1982 - 2022 Está usted frente al avión 5 Tango 3 Rio
Grande. Veterano de la guerra de Malvinas y activo protagonista de la búsqueda
de los sobrevivientes del crucero ARA General Belgrano".