Política
El gobernador bonaerense y el presidente del PJ provincial siguen sin limar diferencias pese a que responden a una misma referencia política: Cristina Fernández de Kirchner. La mesa chica que ya arma en favor del mandatario, el peso de La Cámpora y la otra pata justicialista
Por: Bruno Lazzaro
13 de enero de 2024
La derrota en
las elecciones nacionales profundizó las diferencias internas que el peronismo
mantiene en la actualidad y que acarrea desde hace tiempo atrás. La provincia
de Buenos Aires no es ajena a esta crisis partidaria. Por el contrario, es foco
de una ruptura interna que pone en peligro la unidad con la que el movimiento
llegó al poder en 2019.
Atado, con
alambre, el peronismo avanza en la reconstrucción como oposición nacional y con
un doble comando interno, entre el gobernador Axel Kicillof y el presidente del
PJ bonaerense, Máximo Kirchner, que hoy genera más roces que encuentros.
Las diferencias
entre ambos son claras. Y cada vez quedan más expuestas. Sin embargo, en lo
concreto, ambos reportan a la misma terminal política: Cristina Fernández de Kirchner.
Por lo que, en definitiva, se trata de "la interna de la interna".
Una puja de
poder en el interior de un kirchnerismo que luce golpeado luego de que varios
dirigentes que no se sienten representados con La Cámpora ni por el mandatario
provincial salieron a pedir la apertura del PJ en el camino hacia la
construcción de un partido fuerte que pueda dar la pelea en los comicios
venideros.
Kicillof y
Máximo hoy tiran de una misma soga para uno para su lado. Una cinchada que los tiene al
frente y que los lleva a tirar para su lado para no pasar la línea de división
que hoy los separa y que, a través de sus alfiles, deja a la vista una compulsa
que parece no tener final, pero sí un fin: liderar la avanzada electoral desde
la provincia de Buenos Aires.
Movimientos
Tras la victoria en las elecciones bonaerenses, Kicillof armó un gabinete a medida que se basó en sostener buena parte de los funcionarios que lo acompañaron durante su primer tiempo en la Provincia. Sin embargo, se quedó sin una presencia firme en la Legislatura, donde Máximo cuenta con una buena cantidad de bancas que le reportan.
La lucha
territorial también está abierta. El presidente del PJ bonaerense sumó varios
dirigentes a lo largo y ancho de la Provincia que son parte de La Cámpora. Pasó
de tener tres jefes comunales a 12.
Por su parte,
Kicillof profundizó vínculos y hoy cuenta con una mesa chica que arma a su
favor con la intención de mantener la solidez provincial pero también con la
firme idea de posicionarlo como principal figura para dar la futura pelea
presidencial.
Jorge Ferraresi
(Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Julio Alak (La Plata) y Mario
Secco (Ensenada) conforman conducen la mesa que busca instalar a Kicillof como
la principal figura del peronismo para dar la pelea nacional.
Las diferencias
entre este grupo y el referente de La Cámpora existen. El cierre de listas para
los últimos comicios profundizó la distancia entre los jefes comunales y
Máximo. El pacto con el Evita para abrir la interna en La Matanza y la
reducción de aspirantes para la tercera sección, dejaron en evidencia los
movimientos del diputado nacional.
El primero de
los intendentes en lanzar la piedra fue Ferraresi, quien a finales de diciembre
cargó contra el proceso electoral de Unión por la Patria, se distanció del
expresidente, Alberto Fernández, y cuestionó el rol de Sergio Massa como
candidato presidencial y ministro de Economía.
Se trató de su
primer movimiento. Lo que vino después fue todavía más contundente. El jefe
comunal de Avellaneda tomó la decisión de romper el bloque de UxP en Lanús,
donde tiene referencia directa y donde, casualmente, gobierna La Cámpora a
través de Julián Álvarez.
La jugada no
cayó nada bien a nivel local y desde el PJ de Lanús emitieron un comunicado
para que Ferraresi revea su decisión e, incluso, lo llamaron a la "reflexión"
para hacer "un aporte a la unidad que nuestro Pueblo necesita y deponer las
divisiones que tanto daño nos han hecho en nuestra ciudad".
Territorio
Lejos de bajar la espuma, el jefe comunal de Avellaneda se fotografió con el exintendente de Lanús, el actual jefe de Gabinete de CABA, Néstor Grindetti, como parte de un encuentro entre ciudades vecinas que, desde La Cámpora, consideraron como "inoportuno" e "innecesario".
Y fue por más.
En las últimas horas, se juntó con Juanchi Zabaleta, otro de los principales
enemigos de La Cámpora.
"Me encontré con el compañero Ferrares, quien será sin dudas, uno de los protagonistas de la etapa que se viene. El peronismo necesita debate y reconstrucción. Inmejorable charla y a seguir construyendo futuro", sostuvo el exjefe comunal de Hurlingham, quien días atrás cargó a través de una nota en un diario nacional contra la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La puja entre Kicillof y Máximo tiene, además, otro contrincante interno que se muestra por fuera de la contienda. El jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, dio a conocer en las últimas horas que creará una corriente partidaria para darle pelea a kirchnerismo por la conducción del partido provincial.
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La ex vicepresidenta Cristina Kirchner cargó contra Javier Milei, luego de que el mandatario aseguró que busca "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo" con ella "adentro".