Política
Ambos dirigentes están dispuestos a dar la compulsa en casi todos los distritos. Cuáles son los partidos en los que se dificultara la elección. Y por qué los intendentes suman bronca hacia arriba
Por: Bruno Lazzaro
3 de junio de 2023
"Si me ponés mano a mano a competir con el intendente, las encuestas me dan 30 puntos abajo. Pero con la boleta de Patricia (Bullrich) los dos medimos lo mismo. Veremos después de los resultados de las PASO quién es el mejor candidato". El análisis electoral corresponde a un dirigente del ala dura del PRO que quiere salir a competir en uno de los 22 distritos que hoy comanda el partido amarillo.
Esta lógica no difiere mucho de lo que también marcan los propios jefes comunales. Existe un temor palpable en los distritos, y las razones sobran. Sucede que la confirmación de la interna entre los aspirantes que responden a Bullrich (Néstor Grindetti) y a Horacio Rodríguez Larreta (Diego Santilli) se trasladará a los municipios, lo que podría dar lugar a unas PASO en aquellos donde el PRO tiene el control.
El condicional responde pura y exclusivamente a la posibilidad de un acuerdo de último momento. Es que hoy ambos aspirantes nacionales están subidos a una compulsa que solo tiende a escalar. Y, de seguir así, a sumar nuevos heridos.
La visita reciente de Rodríguez Larreta a La Plata, donde gobierna Julio Garro, es un ejemplo claro. El jefe de Gobierno porteño debió bajar con su delfín bonaerense para darle al intendente un respaldo de peso luego de que la exministra de Seguridad de la Nación confirmara que pondrá al senador provincial, Juan Pablo Allan, a disputar una primaria.
El porteño manifestó en su bajada que su prioridad es "defender a los intendentes" pero que "si hay que competir, competiremos". En otras palabras, pese a que su intención era darles la fórmula de la "V" a los jefes comunales para que todos puedan ir prendidos de ambas boletas hoy ya no parece una posibilidad y no le queda otra que recoger el guante y dar la batalla.
Claro, hay excepciones. Según pudo saber El Editor, en la actualidad solo hay dos distritos en los que se permitiría ir adheridos a sendas listas: Vicente López y Mar del Plata. En ambos casos por acuerdos periféricos y, también, por haber sostenido la decisión de mostrarse imparciales en la puja entre los candidatos de arriba.
La situación en La Plata no es la única. También existen jefes comunales del lado de Bullrich que no quieren transitar una pelea previa. Todos entienden que el resultado de una PASO podría perjudicarlos. "Ponen de ejemplo lo ocurrido en 2021 entre Santilli y Manes y estos no tienen nada que ver. La intención ahora es poner a pelear a dos amarillos en un distrito que ya gobernamos y solo porque no se ponen de acuerdo si pepito tiene que ir cuarto o noveno para un Congreso que después a nosotros no nos va a dar nada", le dice a este medio un alcalde PRO. Y agrega: "Militar una campaña con un rival enfrente que sea propio nos puede joder para después salir a dar la verdadera lucha contra los K".
Desde el larretismo son claros al respecto: "No se puede poner a competir a un dirigente que no tiene peso a nivel local o que ni siquiera se lo conoce". La lectura tiene que ver con lo mismo del comienzo. La posibilidad de que un dirigente que lleva la boleta de Bullrich pueda ganar por el arrastre propio de la aspirante nacional y no por una elección propia. "En el AMBA se vota de arriba para abajo. Entonces, puede terminar de intendente alguien que ni siquiera conocen los vecinos".
Más allá del PRO
Pero la compulsa no solo se dará en los distritos donde manda el PRO. En Morón y Quilmes, donde el partido amarillo no gobierna, la puja es grande.
Luego de anunciar que no será candidato, el exjefe comunal Ramiro Tagliaferro bendijo a Leandro Ugartemendia para dar la pelea desde el ala larretista. Meses antes Bullrich ya había tomado la decisión de acompañar a Analía Zapulla, crítica del exmandamás.
Lo mismo pasa en Quilmes, pero con más candidatos. El exjefe comunal, Martiniano Molina, se lanzó para intentar recuperar el distrito con Santilli como referente provincial. No será fácil. Bullrich y Grindetti deberán optar por Walter Queijeiro (delfín de Joaquín De la Torre), María Sotolano (Jorge Macri) y Guillermo Sánchez Sterli (Cristian Ritondo). Este último aparece con más chances de ser elegido tras el arribo del diputado nacional al ala de Bullrich.
La rivalidad con el cocinero es fuerte. Desde el ritondismo no le perdonan el salto que dio en 2021 cuando, como diputado bonaerense, votó a favor del cambio en el artículo para permitir la re-reelección de los intendentes en 2023.
Ituzaingó y Tigre son otros dos de los distritos donde el PRO tendrá una dura batalla. Justamente en ambos se impuso en el 2021. En el municipio del oeste, el concejal Lucas Delfino es fija del larretirsmo mientras que Andrea Giorgini se muestra como otra opción femenina de parte de la exministra de Seguridad. Su foco está puesto en la seguridad.
Sin dudas, Tigre tendrá uno de los duelos más resonantes. Segundo Cernadas, quien en su momento figuraba como candidato de Ritondo, es la espada que tiene el jefe de Gobierno porteño para intentar ganar el distrito. Enfrente, con el apoyo de Emilio Monzó, uno de los armadores que ahora trabaja en pos de la candidatura de Grindetti, pone como ficha inamovible al exdiputado nacional Nicolás Massot.
Así las cosas, la interna nacional del PRO tiene hoy su réplica en las bases. El resultado está abierto. Solo resta saber si bajará la marea.
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El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, aseguró que "no tienen miedo en absoluto de que haya una intervención" en la institución, por parte del Poder Ejecutivo.