Quizás, la fecha más importante para la historia argentina. Y es que la Semana de Mayo estuvo repleta de gestos y hechos políticos que tuvieron como desenlace la conformación de nuestro primer gobierno patrio.

El 25 de mayo de 1810 el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata obtiene la dimisión del Virrey Cisneros y se establece así la Primera Junta de Gobierno, que estuvo integrada por tres figuras importantes de nuestra historia: Cornelio Saavedra, Mariano Moreno y Juan José Paso.

Este día es conocido como el Día de Revolución de Mayo. Serían los primeros pasos para que el 9 de julio de 1816 se proclamara nuestra independencia definitiva de los lazos españoles. En el territorio que hoy conocemos como República Argentina, principalmente en el norte del país, se libraron las batallas decisivas contra la colonia para no depender del dominio político de las fuerzas extranjeras.

La Semana de Mayo se inauguró el 19, cuando los patriotas, encabezados por Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra y Juan José Castelli le piden al Cabildo de Buenos Aires que apoye el pedido al Virrey de la convocatoria a un Cabildo Abierto.

El 20 de mayo de 1810, Cisneros acepta llamar a un Cabildo abierto y hace emitir la convocatoria. Un día después, hombres armados agrupados bajo la "Legión Infernal" ocuparon la Plaza de Mayo y exigieron un cabildo abierto para destituir al virrey español Cisneros.

El Cabildo Abierto se inició con la participación de 450 hombres (para entonces las mujeres no ocupan cargos públicos ni mucho menos eran consideradas como ciudadanas activas en su rol político), de los cuales sólo tomaron la palabra 250.

Para el 24 de mayo, el Cabildo formó la Junta, un órgano que debía mantenerse hasta la llegada de los diputados de las distintas provincias del resto del Virreinato. Tras conocerse la noticia de que Cisneros había caído preso, la presión social creció en pedido de una independencia definitiva.

"¿De quién dependemos si nuestra máxima autoridad está presa y a miles de kilómetros de distancia?", se preguntaban los ciudadanos de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Finalmente, frente a una multitud que no paró de movilizarse en las afueras del Cabildo, el 25 de mayo de 1810 una multitud comenzó a reunirse en la Plaza de la Victoria liderada por los milicianos de French y Beruti. Allí se reclamó la renuncia definitiva del Virrey Cisneros y la conformación de una nueva Junta de gobierno.

El Cabildo no lucía tal cual lo conocemos hoy: era una especie de rancho muy grande con techo de paja y en su interior estaba dividido en dos, una parte para que discutieran "los cabildantes" y otra que funcionaba como una cárcel.

La Semana de Mayo es considerada la antesala que permitió declarar la independencia de nuestro territorio, que por entonces también incluía partes de otros países limítrofes como Uruguay y Bolivia.