Aunque inventado en los 60 por un empresario, los 90 fueron la década de luz para el paddle donde llegaron a haber en el país más de 25.000 canchas. Como el tenis, pero en una especie de jaula, con unas paletas particulares, las canchas para practicar colmaron los espacios en Argentina hace 30 años. Luego de la pandemia, cuando se retornaba de a poco a la práctica de deportes no grupales, comenzó a ver de nuevo la luz. El furor del paddle retornó, ¿será para quedarse o nuevamente será una moda pasajera?
11 de julio de 2022
Aunque inventado en los 60 por un empresario, los 90 fueron la década de luz para el paddle donde llegaron a haber en el país más de 25.000 canchas. Como el tenis, pero en una especie de jaula, con unas paletas particulares, las canchas para practicar colmaron los espacios en Argentina hace 30 años. Luego de la pandemia, cuando se retornaba de a poco a la práctica de deportes no grupales, comenzó a ver de nuevo la luz. El furor del paddle retornó, ¿será para quedarse o nuevamente será una moda pasajera?
Un equipo de dos se enfrenta a otro equipo de dos. La socialización, se produce. No es un deporte de contacto, es en un espacio determinado, las condiciones perfectas para retornar a la actividad física en medio de las aperturas del aislamiento provocado por el virus SARS-COV-2 hace ya casi 3 años.
Cuando todo comenzó a volver a la normalidad, las canchas de paddle comenzaron a reaparecer como en los 90. No tan al extremo de haber "una cada dos cuadras", como era entonces, pero comenzaron a resurgir. Ahora además suman el espacio para socializar. Los bufetes son puntos de encuentro para quienes van a practicar el deporte. Mientras se "pica" algo, se comparte una bebida, charla de por medio se libera el estrés, además de la actividad física.
La Asociación de Paddle Argentino (APA) pasó de tener 2000 afiliados en 2019, a sumar 15000 en 2021.
Muchos comenzaron a tomar clases. Diego Trevisan es profesor del deporte en Santa Fe, en entrevistas mediáticas reconoció que en los dos clubes donde él trabaja junto a otros cinco profesores más, dan clases a 130 alumnos. El profesor destacó que hoy "lo importante es buscar más al deporte en sí, porque si lo buscás, lo comercial viene después. Es un deporte que contagia tanto quienes lo practican se vuelven fanáticos, y quieren progresar. Hay que animarse. Con las clases te formás, el practicante aprende; con los turnos, se mantiene el ritmo; y con los torneos, te motivás".
En Colegiales, el complejo La Normanda sobrevivió a los 90 y hoy más, una de sus integrantes reconoció: "Recibimos un aluvión de pibes y pibas que nunca en su vida habían peloteado, revivimos el pico de los 90 cuando teníamos las 3 canchas alquiladas de lunes a lunes".
Otro detalle del nuevo fenómeno es que la cantidad de duplas anotadas en los torneos, ya superan los 300, en comparación a la media de 70 parejas que se anotaban antes. Esto fue influenciado porque en los mundiales, se sumó la categoría del circuito amateur.
El nuevo retorno, se evidencia en el Sheraton Hotel Buenos Aires, que sumó 4 canchas, con paredes transparentes, reemplazando a las de tenis de ladrillo. El director de ventas y marketing del lugar expresó la razón: "Notamos que las canchas de tenis estaban orientadas a un público corporativo y ahora, con el paddle, ampliamos el mercado".
Alejandro Lasaigues, ex campeón mundial argentino, ganador de 5 Olimpia de Plata, se encuentra en esplendor con sus franquicias desde 2019. Lleva instaladas 6 franquicias en Nordelta, Santa Bárbara, Vicente López y Saavedra.
El ex jugador reconoció que "el fenómeno es mundial. En Suecia surgieron más de 500 clubes, en España sigue siendo el segundo deporte nacional".
ACTUALMENTE:
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A mediados de los 60, en Acapulco, Enrique Corcuera empresario adaptó una cancha en su finca colocando paredes laterales y fondos. Usaba unas especies de "palas de madera", y lo llamaba paddle-tenis. En 1991 con la expansión que logró el juego, en España surgió la Federación Internacional del Paddle, y organizó las primeras competencias a nivel mundial.
Los restos del Sumo Pontífice fueron trasladados a la basílica de San Pedro, donde permanecerán durante tres días hasta su funeral este sábado.